María Cristina Ávila tenía 23 años. El 9 de abril del año pasado, la joven murió después de caer del cuarto piso de un edificio de Congreso al 800, en la capital. “Era una chica feliz, le encantaban los animales, le gustaba salir con los amigos. Era alegre hasta que lo conoció a él, que la fue consumiendo. Ahí empezó a alejarse de las personas que la queríamos y a sufrir golpes por parte de él. Después, tuvo a su bebé, pero él no lo quería. Este tipo se llama Gabriel Hernán Pérez Soto, que hace un año mató a mi hermana arrojándola del cuarto piso”, enfatizó Natalia Ávila, hermana de la víctima. “Lo único que espero es que se haga justicia”, reclamó en el escenario.
Los crímenes de mujeres resonaron ayer en el quinto reclamo “Ni una menos”, que se realizó en la plaza Independencia. En la capital se desarrollaron dos movilizaciones por separado -por la Multisectorial y por el colectivo ‘Ni una menos’-, lo que marcó la adhesión a la jornada nacional. En ambas marchas, se expresaron en contra del femicidio, transfemicidio y travesticidio; la violencia de género y el acoso laboral. Solicitaron también la aprobación del aborto legal seguro y gratuito, tras el caso “Lucía”, entre otras demandas. A estos puntos se sumó la protesta contra “la precarización, el desempleo, los despidos y la pobreza, como consecuencia de la política económica del gobierno de Mauricio Macri”.
“En la provincia, en el transcurso de 2019, se han registrado seis femicidios. Ocurren como desenlace de una cadena cruel de violencia que sufrimos por el hecho de ser mujeres. Y ante esta terrible realidad, nos encontramos sin protección del Estado, carentes de políticas públicas con perspectiva de género. Esta es la desesperante realidad de Tucumán”, expresaron mediante documentos públicos.
En el interior
Vicky Disatnik, referente de la Casa de la Mujer Norma Nassif, hizo hincapié en que las seis mujeres tucumanas vivían en el interior de la provincia, “lo que marca que el Gobierno tiene muy desguarnecida Tucumán, tanto en atención como en prevención”. La dirigente manifestó asimismo que este año “se levantó con fuerza la protesta ‘Con ajuste, ‘no habrá ‘Ni una menos’”.
“Desde la Justicia alertaron el incremento de los casos de violencia de género. Pero, a la vez, se trata de una Justicia misógina, que no da respuestas a las necesidades de los familiares de las víctimas de la violencia. Estos seis femicidios dejaron 17 huérfanos, chicos que hoy no tienen a sus madres. Estamos preocupadas. El Estado debe responder”, enfatizó una de las coordinadoras de la Multisectorial.
Silvia Moreno, Adela Tolentino, Rita Alincastro, Guadalupe Iñigo, Verónica Ponce y Gala Perea son los casos que han registrado las organizaciones y que ayer fueron recordados. “Exigimos justicia para todas ellas, como también para las compañeras trans Celeste, Ayelén, Lourdes, Natasha, Cynthia y Gala (...) A esta cruel realidad se suman las desapariciones de Daiana Garnica, Milagros Avellaneda y su hijo Benicio, y Mariana González”, expresaron los textos oficiales.
“Acá no aparecen las personas vivas ni muertas”, manifestó Amalia Ojeda, madre y abuela de Milagros y Benicio, en la concentración del colectivo “Ni una menos” frente a la sede del Siprosa.
“A 13 años del femicidio impune de Paulina Lebbos, seguimos reclamando el castigo a todos los responsables, material y político. Las condenas demostraron la participación del poder político en el encubrimiento del crimen. Que sean imputados los encubridores, entre ellos (José) Alperovich”, coincidieron en las dos movilizaciones.
En los dos actos pidieron “justicia por ‘Lucía’, la menor de 11 años abusada y violada por su abuelo y a la que no le permitieron abortar. Exigimos el archivo de la causa contra los doctores Cecilia Ouseet y José Gijena (realizaron la cesárea de la niña)”, exclamaron. “Exigimos las exoneraciones de la ministra de Salud, Rossana Chahla, del secretario Ejecutivo del Siprosa, Gustavo Vigliocco, y de la directora del hospital del Este, Elizabeth Ávila”, señalaron.